miércoles, 27 de mayo de 2009

Fwd: [NO ES SPAM] Gustavo Perednik. Los negacionistas más eficaces

---------- Forwarded message ----------
From: porisrael. esclarece <porisrael.esclarece@gmail.com>
Date: 2009/3/31
Subject: Fwd: [NO ES SPAM] Gustavo Perednik. Los negacionistas más eficaces
To:

Porisrael Foundation R.A.
8 Hillel St.
P.O.B.  2932, Jerusalem, Israel, zip. 94581
Tel.  +972- 8-641-0537   celular +972- 50-869-5248
Fax: +972-2-625-5190
Mail: pf.porisraelfoundation@gmail.com
        porisrael.foundation@gmail.com
________________________________

Los negacionistas más eficaces

Gustavo Perednik

El Catoblepas

http://www.nodulo.org/ec/2009/n085p05.htm

Durante el mes de febrero, personajes poco conocidos como Williamson,
Ahenakew y Soraya Rodríguez, han dado muestras de judeofobia. Para
enfrentarlos, el tenista Andy Roddick muestra que las palabras no son
suficientes

La dificultad para aprender la judeofobia tiene tres efectos: 1)
frecuentemente no se la identifica donde aparece; 2) una vez ubicada
se la malentiende; y 3) si se la entiende correctamente, suele
revestírsela de un lenguaje que termina minimizándola.

El problema del lenguaje es constante. Desde 1879, cuando se acuñó el
término con el que se alude al fenómeno (como si el odio contra los
judíos tuviera algo que ver con los «semitas»), hasta hoy en día,
cuando se abordan erróneamente las dos manifestaciones judeofóbicas
más recurrentes, una de las cuales es la Negación del Holocausto (NH).

Así, cuando Mario Vargas Llosa opina que debería dejarse «a los
historiadores» dirimir la masacre de seis millones de judíos,
maliciosamente convierte en un inocuo debate de «opiniones» lo que en
rigor es una patente expresión de judeofobia.

No es porque pervierta la verdad histórica que la NH debe ser
reprimida, sino porque constituye una forma del odio de grupo y, como
tal, conlleva la apología del delito y la incitación a la violencia.

Una confusión ilustrativa surgió en estos días debido a la expulsión
de Argentina (24-2-09) del obispo negacionista inglés Richard
Williamson. Igual que otros, Williamson puede alegar que «no es
enemigo de los judíos» y, al mismo tiempo, «exigir pruebas» que le
demuestren si hubo o no cámaras de gas.

En efecto, raramente la mecánica mental del judeófobo actual le
permite admitir que él padece el vicio. Es ergo habitual que declare
no ser judeofóbico, pero su autodefinición al respecto es irrelevante
al categorizar su actitud. Así, quien lucha por la destrucción de uno
de los 192 Estados del planeta, y blande «ideas» que llevarían a la
muerte de millones de judíos, no puede luego escudarse tras que «no
siente judeofobia», o que tiene amigos o maestros israelitas, o que ve
películas de Steven Spielberg.

Un buen ejemplo acaba de producirse en Canadá, con el veredicto de un
juicio que llevaba varios años. En 2002, David Ahenakew declaró
públicamente que los judíos son «una enfermedad que va a dominarnos…
eran dueños de casi toda Alemania, por lo que Hitler ascendió para
asegurarse de que no se apoderaran de Europa. Por eso hizo freír a
seis millones de esos tipos para que no controlen el mundo». Ahenakew
no entra en la definición de negacionista: para él, la Shoá tuvo lugar
–pero fue una cirugía necesaria para salvar a la humanidad. Por dichas
declaraciones nazis, se le inició juicio por incitación al odio.

El deprimente corolario fue que el juez Wilfred Tucker absolvió al
acusado (23-2-09) ya que no halló en la bravata ninguna «intención de
promover el odio». (El criterio de la falta de intención es llamativo.
Imaginemos al juez Tucker absolviendo a un homicida porque no mató
deliberadamente.)

Alentado por la benignidad de las leyes que protegen su «libertad de
expresión», Ahenakew aún insiste en que «los judíos causaron la
Segunda Guerra Mundial», y se permite aclarar enseguida que «no los
odia… sino que odia lo que le hacen a la gente».

En el caso de Williamson, la confusión del lenguaje es doble.
Primeramente, permite a los neonazis refugiarse en el absurdo de que
«no hay pruebas» (no existe, por definición, ninguna prueba que pueda
satisfacer al judeófobo, ya que basa su odio en férreos estereotipos
que no admiten pruebas en contrario).

En segundo lugar, más sutil y peligrosa es la muletilla de la violada
«libertad de expresión». Después de todo, arguyen muchos ingenuos, la
expulsión del país parecería un castigo excesivo por declaraciones
negacionistas. Y tendrían razón, si no fuera porque la NH no es una
mera expresión de opiniones socarronas. Es un ardid para promover la
violencia, y no entenderlo así puede obrar como bumerang, al generar
la sensación del incauto de que las medidas contra la judeofobia son
desproporcionadas.

Argentina, Alemania, Suecia, España

En Argentina urge aclarar la cuestión acabadamente. Al expulsar a
Williamson, el gobierno intentó mostrar que está dedicado a combatir
la judeofobia, sobre todo después de que, en recientes declaraciones,
la jefa del organismo estatal creado también con ese fin, minimizara
el rebrote judeofóbico en el país atribuyéndolo a «la política de
Israel».

Más preocupante aún, es que el mismo gobierno que expulsó a Williamson
avala a otros sectores negacionistas, mucho más influyentes y eficaces
que el trasnochado Williamson. Así, uno de los funcionarios más
nefastos de la administración Kirchner, Luis D'Elía, es un conspicuo
apologista del régimen iraní y difunde la obscenidad del «Holocausto
palestino». En este tipo de propagandistas, la NH es doblemente
perniciosa.

Primeramente, porque la defensa de los ayatolás postula, por
interpósita persona, la NH sostenida por el presidente iraní. Y
principalmente, porque al banalizar el Holocausto –se lo niega.

Si la muerte de algunos miles de personas en una guerra, cualquier
guerra, es equiparada con el asesinato sistemático y sádico de seis
millones, perpetrado en un programa para exterminar a una nación
entera como virus, entonces, la Shoá no debe de haber existido.

La NH no se remite exclusivamente a sostener que no hubo cámaras de
gas, como haría el torpe Williamson, sino a insinuar que hay cámaras
de gas y Auschwitz por doquier. Así se banaliza la Shoá hasta su
insignificancia.

Como el gran negacionista D'Elía, una buena parte de la prensa
española demoniza a Israel por medio de presentarlo, ya no como la
víctima del Holocausto, sino como su perpetrador.

El régimen de Irán debería ser condenado no solamente por su NH, sino
mucho más por su proyecto genocida de «borrar a Israel del mapa». Sin
embargo, esta intentona es legitimada por Europa cuando ésta se limita
exclusivamente a corregir la patraña inicial. El ex Canciller alemán,
Gerhard Schroeder, declaró en Irán que hubo Holocausto, como si ésta
prístina verdad constituyera toda una audacia. Después de su mensaje,
Schroeder se entrevistó con el presidente negacionista (22-2-09), con
el que su país mantiene relaciones que incluyen condonar la
deliberación de los ayatolás en perpetrar otro Holocausto.

Las palabras de Schroeder fueron eso: sólo palabras, en circunstancias
en las que se hace indispensable la acción. Un alentador ejemplo, que
no por venir del mundo deportivo es menos importante, quedó grabado
gracias al tenista norteamericano Andy Roddick. Roddick acaba de
renunciar al prestigioso torneo de Dubai, en protesta porque éste país
impidiera la participación de la tenista israelí.

Roddick abandona así la posibilidad de ganar un premio de dos millones
de dólares. Los demás tenistas, no. Como Europa, prefieren ganar
dinero con Irán y sus vecinos aún si ello redunda en que el judío de
los países sea eliminado del torneo.

Suecia es otro ejemplo. Ante las amenazas por parte de terroristas
islamistas, ese país requirió (19-2-09) del equipo israelí de
taekwondo que se abstuviera de asistir a la competencia deportiva
programada. Castigar al agredido les pareció la política correcta.
Ante el apaciguamiento de algunos políticos, uno no puede dejar de
admirar a ciertos tenistas.

El gobierno español dio un ejemplo adicional, cuando abusó típicamente
del lenguaje a fin de vituperar al judío. La Secretaria de Estado de
Cooperación, Soraya Rodríguez, acusó a Israel (24-2-09) de «1.500
asesinatos» en Gaza. La funcionaria aparentemente ignora el concepto
de «guerra». Por lo menos, lo ignora en el caso de algunas guerras.
Después de todo, en cualquier conflicto bélico podría acusarse a una
de las partes (o a las dos) de asesinar a miles de personas. No hay
país que pueda defenderse de malintencionado juego de palabras. Aunque
en rigor, hay 191 que lo vienen logrando bastante bien


REENVIA: WWW.PORISRAEL.ORG

________________________________

 PORISRAEL FOUNDATION Y PORISRAELORG    no se hacen responsables por
lo escrito en las notas, editoriales o respuestas publicadas sean
estas de terceros (mencionando la fuente) o propias y firmadas por los
autores. El hecho de publicarlos no indica que la administradora  este
de acuerdo con los conceptos ni los temas

En caso de publicación o distribución mencionar fuente, autor y distribucion de
http://www.porisrael.org/

El contenido de este mail esta protegido bajo una  licencia de Creative Commons
Si desea recibir nuestro material de información subscríbase a
Porisrael.has1@gmail.com
Para desuscribirse informen a la misma casilla desde la que les llega

PARA UNA HASBARA EFECTIVA
JUNTOS SOMOS MAS

......

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

--
-------------

POB 50127 - Carmiel 21605 - Israel
Voice: +972-525-801088
SMS: +972-526-049665
Paypal.com: daniel@carmiel.net
HelpDesk: http://benadam.net/desk
E-Store
: http://benadam.net/shop (almost ready!)
Youtube: channel "kolisraeltv"
Twitter: danielginerman

www.kolisrael.tv www.shuva.info www.guiur.net www.hebreo.net
www.koltorah.net www.eduplanet.net www.eduplanet.biz
www.ieshivah.net www.audiotorah.com www.comunidadesjudias.net
www.kolisrael.info www.videoselection.info www.shalom.li

No hay comentarios:

Publicar un comentario