martes, 19 de abril de 2011

Sobre Israel opinamos todos

Sobre Israel opinamos todos


Arrigoni en Gaza. Somos lo que somos.

Posted: 19 Apr 2011 02:49 AM PDT


Al autor del blog siempre le llamaron la atención los colegas que presumían de "mimetizarse con la población local". Uno, que es de natural escéptico, pensaba "¿Por qué coño se mimetiza uno con la población local siempre de la misma manera ya sea en Cisjordania, Irak o Afganistán, es decir, poniéndose un pañuelo al cuello y dejándose barba de cuatro días? ¿Qué pasa, que en Bagdad el personal no se afeita? Y luego los veías sobre el terreno y reconocías que eran tus colegas a cientos de metros de distancia, por ejemplo, por la manera de caminar. Una "mimetización" perfecta.

Luego está la "mimetización ideológica", que tampoco está mal. Y ahí estaban los compañeros que en las noches de contar batallas y cenar sólo cervezas --"la dieta del doctor Franciskaner", que le llamaba un colega y amigo de otro importante diario español-- te justificaban por qué habían tomado partido contra Israel o contra los estadounidenses. Por cierto, contra los mismos estadounidenses que montaban guardia día y noche en torno al hotel protegiéndonos del asalto de aquellos con los que los "mimetizados" decían identificarse.

Pero somos lo que somos, nos guste o no. A su pesar, Vittorio Arrigoni tenía mucho más que ver con un joven de Tel Aviv que con un militante de Hamas de Gaza. Por su educación, por su forma de pensar y hasta por su oposición al modelo de sociedad en el que había nacido y de cuya protección y libertad había disfrutado hasta que puso un pie en Gaza. Arrigoni era un occidental de los pies a la cabeza, aunque cuando se mirara en el espejo él quisiera ver otra cosa. El podía creerse "mimetizado" y hacerse muchas fotos con Ismail Haniyah, pero no lo estaba.

Y así le han matado. Colgado en una casa en ruinas antes de que acabase el plazo que sus mismos captores habían anunciado. Asesinado no con un tiro en la cabeza, sino colgado de una viga. La misma muerte que los islamistas reservan a homosexuales, violadores y traidores. Ése es el aprecio que se reserva en Gaza a los occidentales que para luchar contra lo que consideran una injusticia (y muchas veces contra sus propios fantasmas) deciden abrazar una causa cruel cerrando los ojos ante las atrocidades que comete. ¿O es que Arrigoni, con su profundo conocimiento de Gaza, no sabía lo que Hamas hace, no ya contra los civiles israelíes, sino a su propia gente? Podemos renegar de lo que somos, pero no por ello dejamos de serlo.

Ahora es el turno de nosotros los periodistas en el papel de sepultureros de la verdad. Y así nos extendemos en explicaciones diciendo que no ha sido Hamas sino un grupo salafista descontrolado o que Haniyah le ha otorgado "un funeral de Estado" (¿de qué Estado?) o que Gaza "se echa a la calle" (fueron "cientos", según las agencias de prensa, lo que en lenguaje periodístico se traduce como "apenas nadie"). La realidad es que Vittorio Arrigoni ha sido asesinado en Gaza por ser occidental en medio de la indiferencia general de aquellos a quienes dedicaba su activismo. Y si no han repartido pasteles por la calle es porque no era judío.

Profundizan en el asunto con la brillantez habitual los amigos de Hasbara-ts.



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