Precedentes Para Un Estado Palestino Desmilitarizado y Neutral
Yoav J. Tenembaum
Especial Para The Jewish Week
http://www.thejewishweek.com/viewArticle/c55_a16527/Editorial__Opinion/Opinion.html
En su reciente discurso sobre el proceso de paz, brindado en la Universidad Bar-Ilan, el Primer Ministro Israelí Benjamin Netanyahu dijo que estaría preparado para aceptar un estado palestino, como parte de un acuerdo de paz, en tanto y en cuanto ese estado esté desmilitarizado y tenga prohibido firmar cualquier pacto, particularmente con los enemigos de Israel.
El liderazgo palestino reaccionó vehementemente contra el discurso de Netanyahu. Otros observadores árabes, así como algunos ministros de relaciones exteriores europeos, expresaron reservas sobre las condiciones adjuntadas por Netanyahu para el establecimiento de un estado palestino. Efectivamente, muchos declararon que el estado palestino que Netanyahu concibe no se ajusta a la ampliamente aceptada noción de soberanía en el sistema internacional.
Para comenzar, debe enfatizarse que ninguno de los principales partidos políticos en Israel aprobaría la creación de un estado palestino que no sea desmilitarizado y que no tenga prohibido firmar pactos con otros países, particularmente con enemigos de Israel. La diferencia entre Netanyahu y sus predecesores es que él lo dijo muy abierta y explícitamente. Efectivamente, Kadima, principal partido de oposición de Israel, y el Partido Laborista, que forma parte de la coalición, no aceptarían un estado palestino a menos que esté desmilitarizado y que tenga prohibido firmar cualquier pacto con otros países.
Por otra parte, existe un país que está totalmente desmilitarizado, que efectivamente no ha tenido un ejército desde 1948, y ningún observador serio alegaría jamás que su soberanía ha sido menoscabada por esa razón: Costa Rica. La democracia más estable de América Latina, Costa Rica, no es menos independiente y soberana por no tener un ejército propio.
Sin lugar a dudas, Costa Rica no tiene ejército debido a una decisión interna, más que por una imposición externa. En el caso del estado palestino, como lo concibe Netanyahu, su desmilitarización sería una condición externa a la que el liderazgo palestino debería dar su consentimiento. No obstante, el hecho de que un país no tenga ejército, como el ejemplo de Costa Rica lo muestra claramente, no lo hace menos soberano ni independiente. Efectivamente sería deseable, para mutuo beneficio de palestinos y de israelíes, que el futuro estado palestino fuera una versión de Costa Rica en Oriente Medio.
Sin embargo, se podría argumentar que aún un ejército simbólico bastaría para satisfacer el sentido palestino de soberanía nacional. Eso implicaría, todavía, una desmilitarización parcial de un futuro estado palestino, lo que requeriría una estricta supervisión de factores externos.
El ejemplo histórico más famoso, en este contexto, es el Tratado de Versailles, a continuación de la 1ª Guerra Mundial, y los términos impuestos a Alemania que, entre otras cosas, limitaron considerablemente su ejército.
Ese no sería un buen augurio para cualquier tratado de paz palestino-israelí. Sin embargo, debe enfatizarse que Alemania no fue consultada siquiera, previamente a que firmara el tratado de Versailles. Se espera que los palestinos tomen parte activa en las negociaciones de paz, como lo han hecho hasta ahora, y acepten de buen grado los términos de un acuerdo de paz firmado con Israel. Aún más, debe abrirse la puerta para que los palestinos sientan, sea correcta o incorrectamente, que "el espíritu de Versailles" se cierne sobre su recientemente establecido estado.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre una superpotencia siendo despojada de la mayoría de sus fuerzas y un estado recientemente creado que, obviamente, nunca tuvo un ejército propio, al que se le pide que acepte limitaciones a sus fuerzas armadas como condición para su independencia.
En lo que respecta a la condición que a ese estado palestino no se le debe permitir firmar ningún pacto, particularmente con enemigos de Israel, se puede pensar en un ejemplo histórico en el cual una condición de neutralidad fue exigida por fuerzas externas y aceptada de buen grado por el propio país. Austria.
Según el acuerdo firmado por las cuatro potencias aliadas y lo austriacos en 1955, a Austria se le permitió recuperar su independencia, aunque con una seria advertencia. Tenía estrictamente prohibido anexarse a Alemania (Anschluss). Nadie, ni entonces ni en el presente, argüiría que Austria, por esa razón, tiene restringida su soberanía en ninguna forma significativa.
Es más, la neutralidad de Austria, que le impide ser parte de ningún pacto o alianza, no es vista, ni por los austriacos ni por los extranjeros, como una mancha sobre su soberanía. Ciertamente, Austria tiene un ejército propio; pero entonces Costa Rica, que no lo tiene, sigue también una política de neutralidad desde 1948-49.
Las condiciones adelantadas por Netanyahu para el establecimiento de un estado palestino tienen algunos notables precedentes en la historia actual. Obviamente, los precedentes mencionados en este artículo no están hechos a medida. Sin embargo, demuestran que, en principio, un estado puede ser desmilitarizado y neutral y, al mismo tiempo, ser soberano y orgulloso.
Yoav J. Tenembaum da conferencias sobre diplomacia en la Universidad de Tel Aviv.
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
Reenvia: www.porisrael.org
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