Hermanados en Auschwitz pero peleados por Gaza
Sal Emergui | Sderot
Elmundo.es
05/01/2010
La huelga de hambre de una superviviente judía del campo de exterminio de Auschwitz en protesta por el veto egipcio a la entrada de 1.400 activistas pro palestinos a la bloqueada Franja de Gaza no ha llegado al otro lado de la frontera. En la ciudad israelí de Sderot -blanco habitual de los cohetes Qassam lanzados desde Gaza y uno de los motivos alegados por el Gobierno para lanzar su masiva ofensiva de hace un año- prefieren disfrutar de la inusual calma.
Solamente en la casa de Galperin Wolf, la acción de la superviviente estadounidense Hedy Epstein no pasó desapercibida. "Yo también sobreviví al campo de exterminio de Auschwitz. Cada uno es libre de hacer lo que quiera pero ¿apoyar a Gaza que está controlada por un grupo fanático islámico como Hamas que odia a los judíos y reconoce que su objetivo es la destrucción de Israel? Epstein no tiene ni idea de lo que pasa. No ha sufrido como yo el ataque de miles de cohetes durante ocho años", nos dice Wolf, indignado y sorprendido.
Este lituano de 82 años, que perdió a sus abuelos, tíos y primos en el Holocausto, emigró a Israel en los 90 y desde entonces vive en la periférica Sderot. Su casa está a dos kilómetros de Gaza, de la que no quiere saber nada. "Israel se retiró en el 2005 y a cambio Hamas nos machacó con cohetes. Cuando tenía 17 años vi y sufrí cosas terribles en Dachau o Auschwitz, como por ejemplo la muerte en serie de niños de ocho años, por lo que hoy un misil no me asusta. Pero sí a mis cuatro nietos que ya saben lo que es participar en el juego de la ruleta rusa", afirma.
Wolf no entiende que otra superviviente de Auschwitz proteste e incluso se juegue su delicada salud para poder entrar en Gaza y denunciar tanto el bloqueo como la última ofensiva de Israel. Sin dudarlo, responde: "¿Qué quiere que hagamos? Ocho años aguantando ataques es demasiado. Lo siento pero me temo que Epstein no está muy bien de...".
Los dos supervivientes del mismo horror nazi que segó la vida de sus seres más queridos contemplan hoy la realidad de forma opuesta. La Gaza que teme Wolf es la misma que tanto ama y apoya Epstein. Al igual que otros 1.300 activistas de 42 países (entre ellos varias decenas de españoles), deseaba romper el bloqueo israelí y egipcio.
Gracias a la intervención de la esposa del presidente egipcio, Hosni Mubarak, 86 activistas pudieron cruzar la frontera de Rafah para solidarizarse con el millón y medio de habitantes en el primer aniversario de la ofensiva israelí. Epstein se rebela contra Egipto, "cómplice del terrible bloqueo que sufre Gaza", con una medida extrema a sus intensos 85 años. "Nunca había hecho una huelga de hambre y no sé cómo reaccionará mi cuerpo. Llega un momento en la vida en el que uno tiene que tomar una decisión extraordinaria. Yo lo hago para defender la causa palestina", afirmó en su primer día de protesta en El Cairo. La catalana Teresa Salas se sumó a su huelga "de solidaridad".
Epstein considera que "los habitantes de Gaza tienen más mérito que yo, ya que sufren cada día. Quiero que sepan que no les olvidamos". Los miembros de la llamada 'Marcha por la Libertad de Gaza' llegaron para gritar contra el bloqueo de Gaza pero se han visto bloqueados ellos mismos en tierras egipcias. "En El Arish estábamos casi secuestrados. Muchos ciudadanos egipcios vinieron a apoyarnos pero fueron dispersados de mala manera por la policía. Solo queremos demostrar nuestra repulsa al cerco que sufre el pueblo de Gaza y los crímenes del año pasado", nos comenta por teléfono Manuel Tapial, uno de los españoles del convoy, antes de volver a Barcelona.
En Sderot, mientras tanto, Wolf nos enseña ilustraciones de los campos de concentración donde fue confinado y señales del impacto reciente de un cohete palestino cerca de su casa. "¿Dónde estaban Epstein y sus compañeros cuando mi ciudad fue atacada constantemente y mi esposa, hijos y nietos podían morir en cualquier instante?", pregunta.
Hermanados por un terrible pasado, estos dos octogenarios supervivientes de Auschwitz están separados por Gaza. Para Epstein, el símbolo de la resistencia e injusticia. Para Wolf, el reflejo del fanatismo y del cohete Qassam.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/05/internacional/1262656157.html
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