martes, 26 de enero de 2010

Sobre Israel opinamos todos

Sobre Israel opinamos todos


Una fábrica de problemas

Posted: 25 Jan 2010 02:27 PM PST

Un servidor siente verdadera curiosidad por saber de dónde sacan algunas organizaciones internacionales planes pretendidamente de paz que cualquiera, menos sus autores, puede ver que sólo van a conseguir enmierdarlo todo (con perdón). Lo que Naciones Unidas propone para la aldea de Ghajar, en el Golán, es el perfecto ejemplo de ello.

Israel conquistó Ghajar a los sirios en la Guerra de los Seis días y desde entonces ha administrado la localidad como propia. En 1981 unos 2.000 vecinos sirios-alauitas, la mayoría de la población, aceptaron la ciudadanía israelí que se les ofrecía. Fue un ejercicio de puro realismo práctico. Ghajar se expandió al norte entrando en tierras libanesas, que también estaban controladas por Israel. Ojo, en tierras. La retirada israelí de Líbano (porque señores, Israel se retira a pesar de lo que escuchen por ahí) hizo que Líbano reclamara Ghajar. ¿Y qué hace la ONU? Decir que lo mejor es dividir en dos la aldea. Una parte para Israel pero reclamada por Siria… y la otra para Líbano.

¿Pero no estábamos contra los muros y las divisiones? Porque la división que propone la ONU dejaría sin servicios como hospital y escuela a la mitad de la población. ¿Pero no decíamos que hay que escuchar la voz de del pueblo? Porque, señores, los habitantes de Ghajar dicen que ellos, que hoy tienen pasaporte israelí, en todo caso serán sirios si alguna vez se alcanza la paz y las fronteras vuelven a antes de 1967. Pero que ellos nunca serán libaneses. Ni de coña.

¿A quién beneficia esta división? Pues a Hizbullah que ya sueña con repetir la experiencia de Rafah, dividida entre Gaza y Egipto con un laberinto de túneles en el subsuelo. Hizbullah ya trató antes de 2000 el secuestro de soldados israelíes en la zona ¿Pero a quién se le ha ocurrido esta solución? ¿A un primo de Nasrallah?

Hay que destacar que el que está defendiendo los intereses de Ghajar es el viceministro de desarrollo israelí, Ayub Kara, que da la casualidad de que no es judío. Qué cosas proponen los de la ONU.


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