viernes, 5 de febrero de 2010

Sobre Israel opinamos todos

Sobre Israel opinamos todos


La Camorra de Teherán

Posted: 04 Feb 2010 02:33 PM PST

A Mahmoud Ahmadinejad le encantan las bombas. Las atómicas y las convencionales. Mayormente si van destinadas contra Israel. A él le gustaría apretar personalmente el botón, pero, por ahora, se conforma con dejar que sean sus asalariados de Hamas y Hizbullah quienes lo hagan. Pero ahora Ahmadinejad y sus jefes, los ayatolas, se han puesto muy nerviosos porque Silvio Berlusconi ha regresado a Roma desde Jerusalén con una bomba de relojería bajo el brazo. Al contrario de las que se fabrican en Teherán es figurada, pero tiene un poder destructor mucho mayor… y el nombre de Ahmadinejad está escrito en la espoleta.

Porque el primer ministro italiano vuelve dispuesto a poner sobre la mesa de los asuntos europeos la inclusión de los Guardianes de la Revolución en la lista de organizaciones armadas terroristas. Los Guardianes (a los que el mismo presidente iraní perteneció) con los años han pasado de ser un grupo de fanáticos incondicionales de la Revolución Islámica a un conglomerado político-económico similar a la Camorra napolitana.

Olvídese el lector de la imagen de jóvenes barbudos que persiguen a las mujeres que no llevan correctamente el velo. Los guardianes de 2010 extienden su poder (y obtienen grandes beneficios) en la industria de petróleo, el gas, las telecomunicaciones y la producción de alimentos. Controlan además a los Basij, los grupos de choque responsables de la violenta represión de los últimos meses. No responden ante nadie más que ante el líder supremo, Ali Jamenei, el del caviar con cuchara grande y los 100 caballos de carreras. En definitiva son la espina dorsal, corrupta y violenta, del régimen de los ayatolas.

El gran éxito israelí de la gira de Berlusconi por Oriente Medio ha sido que el primer ministro italiano acepte (y con entusiasmo) proponer que la Unión Europea considere a los Guardianes de la Revolución como lo que son: una banda de terroristas. A Israel le basta con que el tema se discuta. En la práctica es muy complicado que se vaya más allá, por ahora, entre otras cosas porque dada la intrincada relación de los Guardianes con el mismo régimen iraní (Ejército, industrias, universidades) sería proclamar al régimen islámico en su totalidad como un Estado terrorista. Una verdad como un templo, por cierto.



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