lunes, 2 de noviembre de 2009

Fwd: Jeremy Sharon. Escribiendo la Historia de Jerusalem sin judíos


 
 
 
 
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Escribiendo la Historia de Jerusalem sin judíos

El fomento de los disturbios alrededor del Monte del Templo es parte de una campaña insidiosa para presentar al pueblo judío como un moderno intruso.

Jeremy Sharon

Guardian.co.uk,

1º de setiembre de 2009

 

El Monte del Templo, o Al-Haram al-Sharif para los musulmanes, debe clasificarse como uno de los sitios religiosos más sensibles del mundo. Los esporádicos disturbios del mes pasado en el lugar son, por ello, particularmente alarmantes, ya que tales incidentes tienen el potencial de encender disturbios más amplios.

Por esa razón, pareciera estar en el interés de todos reducir, hasta donde fuera posible, las tensiones y fricciones en el Monte del Templo hasta un absoluto mínimo. Pero las declaraciones y acciones de un número de clérigos musulmanes con base en Israel, de políticos palestinos y aún de gobiernos extranjeros, sólo han inflamado y exacerbado una ya explosiva situación.

Es aún más preocupante el sentimiento subyacente detrás de los recientes disturbios, protestas, declaraciones y denuncias. Sea o no cierto que "extremistas judíos" subieron al Monte del Templo (y no lo hicieron) e independientemente de si lo planearon o no, la violenta y vitriólica respuesta  a estos rumores es indicativa de una fundamental falta de tolerancia para con las creencias religiosas del pueblo judío.

Y el incitamiento se ha extendido, proviniendo tanto del sector político como del religioso. El Movimiento Islámico en Israel, en particular, ha hecho tenaces esfuerzos para informar a su rebaño que grupos judíos planeaban "profanar", "irrumpir" o, si no, "poner en peligro" la mezquita de al-Aqsa, y organizaron autobuses para que vinieran  fieles  y "protegieran" el lugar.

El Sheik Raed Salah, líder de la rama norteña del Movimiento Islámico, y uno de los principales provocadores, le declaró a la multitud, "Liberaremos al-Aqsa a sangre y fuego" y declaró que Israel busca erigir una sinagoga en la mezquita al-Aqsa. El primer ministro palestino Salam Fayyad le dijo a una reunión de embajadores extranjeros que los disturbios se debieron a "un asalto de colonos religiosos extremistas al complejo del Monte del Templo". El ministro de relaciones exteriores sirio decidió agitar la caldera, planteando que "[Damasco] cree que la invasión de las fuerzas de seguridad israelíes a al-Aqsa es parte del plan de Israel de judaizar Jerusalem y destruir la mezquita".

Ni una pizca de evidencia ha sido presentada para respaldar alguna de estas acusaciones, en razón de que, simplemente, no existe ninguna.

Un tan infundado incitamiento acerca de uno de los lugares de culto más sensibles del mundo es increíblemente irresponsable. El efecto desestabilizante de esta agitación socava cualquier pequeña cantidad de confianza que pudiera haber entre los interlocutores israelíes y palestinos. Además, inflama aún más ampliamente la opinión árabe y musulmana, que es similarmente mortífera  hacia el proyecto de tolerancia y coexistencia en la región. Inventar mitos absurdos acerca de los designios judíos acerca de los lugares sagrados musulmanes, sólo puede dañar cualquier posibilidad para la normalización de los vínculos entre Israel y sus vecinos árabes y musulmanes.

Aparte de la agitación, está la inquietante noción de que los judíos que quieren visitar, o aún orar, en su más sagrado lugar (el Monte del Templo y no meramente en el Muro de los Lamentos) debe ser visto como una provocación, una profanación o en cualquier caso inaceptable. Jerusalem y el Monte del Templo son una parte indeleble de la conciencia nacional judía. El verdadero fin del movimiento para reestablecer el hogar nacional judío, sionismo deriva de un sinónimo de Jerusalem, Sion. Todos los días, tres veces por día, judíos alrededor del mundo se vuelven hacia Jerusalem y rezan para que sea restaurada a su anterior gloria; lo han hecho por cerca de 2.000 años. El que a los judíos se les prohíba realmente, por parte del gobierno de Israel, rezar en el Monte del Templo es una muy increíble concesión a las demandas del waqf islámico que lo administra.

Pero evitar que los judíos recen en el Monte del Templo no es la única meta. Una mucha más insidiosa campaña está en marcha, una que rescribe la historia, argumentando que nunca hubo ningún templo judío en el lugar, y de ese modo busca deslegitimizar cualquier conexión que Israel y el pueblo judío pudiera tener con él y, por extensión, con el país en general. En una región esclava de una epidemia de teorías conspirativas, las irrefutables evidencias arqueológicas e históricas que dan testimonio del Segundo Templo, por sí solas, tristemente se consideran insuficientes.

El fracaso en reconocer la conexión que el pueblo de Israel tiene con Jerusalem es sintomático de un problema que llega al corazón del conflicto político; que el cuerpo político palestino nunca se reconcilió con el hecho de que el pueblo judío tiene lazos históricos profundamente enraizados con la tierra y que no son simplemente invasores que llegaron de casualidad hace unas pocas décadas.

A pesar de lo políticamente conveniente, los líderes palestinos y musulmanes deben desistir del incitamiento contra Israel y de la deslegitimación de la conexión del pueblo judío con la tierra, para que alguna vez pudiera haber un arreglo político entre los dos lados. Si el público palestino nunca apreciara lo profundo del sentimiento que los judíos tienen por sus lugares sagrados y su patria histórica, entonces el Estado de Israel, dentro de sus fronteras, será siempre ilegítimo a los ojos de los palestinos y seguirá siendo un blanco para su eventual remoción. Tal actitud representa un tremendo obstáculo para la futura posibilidad de paz entre los dos pueblos.

Link en ingles: 

http://www.guardian.co.uk/commentisfree/belief/2009/nov/01/israel-jerusalem-history-jews

Traducción para porisrael.org: José Blumenfeld

 

 Nota de porisrael.
 
Segun la legislacion religiosa judia, desde la epoca del Primer Templo de Jerusalem los judios tienen estrictamente prohibido el acceso a lo que hoy es la explanada de las mezquitas donde se encontraba el Sancta Santorum del Templo (donde estaba el Arca de la Alianza).
Solamente una vez al año, en el Iom Kipur, el Sumo Sacerdote tenia permitido el acceso al lugar tras un largo proceso de purificacion.
 
Por lo tanto cuando dicen que los extremistas ortodoxos entran al Har Habait (donde esta la mezquita) son mentiras porque esa ley sigue vigente hasta hoy. ESTA PROHIBIDO A LOS JUDIOS IR AL HAR HABAIT.
En el caso de la policia israeli que entra cuando tiran piedras desde alli, esta permitido porque van a defender al Pueblo Judio.
 
 Reenvia: www.porisrael.org
 
 
 

 
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