miércoles, 12 de enero de 2011

Sobre Israel opinamos todos

Sobre Israel opinamos todos


Marchando una de patatas fritas

Posted: 12 Jan 2011 04:15 AM PST


Hoy un servidor se ha levantado con la noticia de que no cobrará su pensión completa pero tendrá que trabajar hasta los 67 años porque no hay dinero en la caja del Estado. Y además la Administración se ha pulido de un plumazo 1.800 millones de euros para educación para el curso que viene. No hay dinero. Claro que ¿para qué pagar educación cuando podemos pagar el adoctrinamiento? Mi buen amigo Eli me hace llegar una obra de arte de la propaganda pagada con nuestro dinero. ¡Alegría, alegría! Es esta:



No le falta de nada: Ni la subvención oficial de un Estado (que, repitámoslo, recorta fondos a pensionistas, parados, sanidad y educación porque no tiene dinero) con lo que significa de injerencia burda y manipuladora en un conflicto ajeno. Ni la utilización de niños para ponerlos, como siempre, en primera fila. Ni la participación de una ONG hispana subvencionada, la guinda de todo pastel despilfarrador que se preste.

Eso sí viendo el vídeo a este periodista se le ocurren varias cosas.

Los guionistas no son españoles. Falta la inevitable mención a la Guerra Civil española con una combinación (Guerra Civil + niño) que ha llevado al cine español a las altas cuotas de éxito y aceptación que ahora, sin duda, disfruta.

El niño escucha disparos cuando va a salir de la tienda, pero no demos por hecho que son israelíes. Podrían ser perfectamente los libertadores de Hamas disparando en las piernas de algún disidente y/o homosexual o la policía de la Autoridad Palestina acribillando a una célula de Hamas en Cisjordania (o, incluso, una boda).

Los guionistas saben mucho de utilizar niños para la causa pero no tienen ni idea de lo que es un niño. Si a un chaval se le pone que quiere unas patatas determinadas, ya puede resucitar el mismo Arafat para convencerlo de que las otras patatas son mejores, que el tío saldrá de la tienda con su bolsa de patatas israelíes. Y no una, sino dos. Y además ¿Qué cogno hacen esas patatas en una tienda que se suma al boicot?

En la escena faltan los de la ONG española poniéndose ciegos en la trastienda a productos israelíes y utilizando tecnología israelí, mientras le montan un pollo al padre por dar la oportunidad al niño de comprar patatas israelíes.

Falta la advertencia políticamente correcta de que "ninguna bolsa de patatas resultó dañada durante esta filmación". No vaya a ser que las ONGs defensoras de las patatas, también ellas víctimas de Israel, se pongan de uñas.

Pues nada, que el Gobierno de España siga pagando con nuestro dinero estas patochadas mientras nosotros trabajamos (los más afortunados) o buscamos un inexistente trabajo. Joder, qué escándalo.



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