sábado, 5 de junio de 2010

Sobre Israel opinamos todos

Sobre Israel opinamos todos


Hamas a lo suyo y aquí sin enterarnos

Posted: 04 Jun 2010 02:06 PM PDT

Aunque parezca que estos días el mundo se ha detenido para condenar a Israel (como algunos han pretendido hasta que ha venido la señorita realidad a desmentirlo) y para escuchar los testimonios de los cooperantes, la vida ha seguido su curso en Oriente Medio como si nada, aunque a eso los periodistas no le hemos hecho ni caso.

Por ejemplo, ayer volvieron a caer cohetes lanzados desde Gaza sobre Israel. Poca cosa, cuatro. Es una pena que los de Hamas no los lanzaran un día antes en las cercanías del centro de detención de Ashdod para que así los activistas retenidos allí tuvieran una versión de primera mano de lo que es vivir amenazado constantemente por los "cohetes artesanales". Pero no pasa nada, ya saben, la lluvia de cohetes es normal en Israel. Por cierto Hamas ha rechazado la ayuda que le llevaba la flotilla. Nada nuevo bajo el sol.

En otro síntoma de normalidad, Mahmouh Ahmadineyah, en la conmemoración de ese espíritu tolerante que fue el ayatola Jomeini, anunció la inminente destrucción de Israel y, sobre todo, que "quienes empañen la imagen del país serán apartados". Que traducido significa que está dispuesto a encarcelar y torturar a quien haga falta para no le revienten el primer aniversario de las trampas electorales más grandes en la historia de Oriente Medio. Oiga pero a este nadie le organiza un crucero solidario.

Pero los periodistas a lo nuestro. Andamos muy ocupados repitiendo las consignas que lanzan los activistas. Algunas de ellas alucinantes. "¿Estas triste?" le preguntaban ayer a uno de los españoles "Triste pero también satisfecho", respondía el pollo añadiendo que su satisfacción venía de lo que había ganado la causa. Todo por la causa. Yo que quieren que les diga, si me veo en una semejante, que siguiendo su versión incluía las torturas, de lo último que me quedan ganas es de sentirme satisfecho. Pero claro, no soy un héroe solidario.

Pues nada, normalidad. Aquí un clásico del blog. Bar Refaeli.


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