KolIsrael.Info: Sobre Israel opinamos todos

viernes, 1 de octubre de 2010

Sobre Israel opinamos todos

Posted: 30 Sep 2010 01:23 PM PDT

A Mahmoud Ahmadinejah le ha sucedido lo que cantaba El Fary (para los lectores no españoles les recomiendo que lo busquen en Google y se preparen): le ha picado "el bichito". Pero al contrario de lo que cantaba el taxista más famoso de España –era el bichito del amor- , el bichito que ha picado a Mahmoud tiene bastante más mala leche y le ha recordado que él no es el único que puede hacerle la vida imposible a los demás y que ni él, ni los ayatolás que dirigen el rezo de los viernes en la Universidad de Teherán con el kalashnikov apoyado en sus rodillas, son impunes.

Porque, como quien no quiere la cosa, el bichito ha infectado los sistemas de algunas centrales eléctricas, de una central nuclear, redes de transporte, ficheros de la administración y otras historias de las que no nos hemos enterado porque ya se sabe que la Revolución Islámica es inexpugnable. Y todo sin lanzar amenazas, ni anunciar la inminente destrucción de Israel ni aburrir a nadie con discursos en Naciones Unidas.

El bichito se llama Stuxnet –El Fary lo hubiera pronunciado con bastante gracia— y parece ser que lleva en su código una palabra, myrtus, que hace referencia a la reina Esther. Ya sé que muchos la saben, pero permítanme. La historia es que Esther, era una judía llamada Hadasa (Mirto) a la que el rey persa Asuero (probablemente Artajerjes II) hizo su reina. Entonces adoptó el nombre de Esther, "la estrella". La reina avisó a su marido de una conspiración encabezada por su "primer ministro" Amán para asesinar a todos los judíos de Persia. Vamos, que Ahmadinejah no es nada original. El caso es que el partidario de la Solución Final terminó ahorcado en el mismo cadalso que había preparado para el tío de Esther.

Quién sabe si de verdad el virus fue creado para atacar Irán y si lo de myrtus tiene sentido o es pura casualidad. En cualquier caso, se non é vero, ben trovato. Al menos el tramposillo de Teherán sabrá que donde las dan, las toman.