El nombre de la cosa Posted: 22 Oct 2010 09:52 AM PDT
Ahora resulta que el gran obstáculo para que haya paz en Oriente Medio es que el Gobierno israelí pretende que se reconozca a Israel como Estado judío. Cada quince días aparece una nueva dificultad insuperable y siempre, por supuesto, producto de la intransigencia israelí. Primero los ladrillos y ahora las denominaciones. Ya veremos mañana. Los hay que incluso andan escribiendo por ahí que ponerle el adjetivo judío a Israel es el mayor ataque contra el Estado de Israel desde su fundación. Y los de Hizbullah sin saberlo, oiga.
Conste que a un servidor decir Estado judío de Israel le parece una redundancia innecesaria. Sin entrar en qué es y qué no es lo judío (Dios nos libre de meternos en ese jardín), es imposible dudar de la identidad judía de un país que lleve el nombre de Israel.
Y si nos vamos al juramento de lealtad que propone Netanyahu "por el Estado de Israel judío y democrático", la redundancia es triple. Israel es de los escasísimos países que pueden presumir de haber sido desde su fundación y hasta el día de hoy una democracia. (Otro es Estados Unidos y por mucho que miro en la lista no veo a España, con la de lecciones de democracia que damos a todo el mundo). En cualquier caso, que Israel se llame como les de la gana a los israelíes.
Pero la pregunta fundamental que hace falta contestar para que esto avance no es si Israel se llama así o de otra manera, o si mide más o mide menos. La parte palestina y el coro de países árabes deben responder si creen que Israel tiene derecho a existir. Porque la respuesta negativa, que se prolonga ya varias décadas, es el verdadero obstáculo para la paz. Y esto es lo que nos debería preocupar a los periodistas y sobre lo que deberíamos concienciar al público más que marear con el nombre que finalmente figurará en los pasaportes de Israel.
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