Florencio Aurre
Defendiendo a Israel
En toda sociedad, por moderna y rebosante de valores que ésta pueda ser, existen siempre ciertos individuos que con su conducta no hacen sino poner en serio y constante peligro las estructuras del sistema, así como su imagen al mundo exterior. Este es el caso de Eden Abergil
La susodicha joven, colgó recientemente en su facebook un puñado de fotos, acompañadas de comentarios burlones, en las que ella aparecía con el uniforme del servicio militar junto a presos palestinos vendados y maniatados. Huelga decir que las fotos han causado conmoción, rechazo y condena tanto en la sociedad israelí como en el resto del mundo. No es para menos, pues no se trata de una trastada, de una equivocación o de un error cualquiera. Lo que ha hecho Eden Abergil es algo que se mea en los valores del Tzahal. Puede que no sea justo juzgar a una veinteañera por un hecho concreto, pero no hay duda de que esta joven ha traspasado todo concepto de la ética y ha demostrado así no estar a la altura de su país ni del ejército al que representaba.
Lo peor es que esta descerebrada no se paró a pensar en la putada que le estaba haciendo a su país, Israel, el único Estado observado con lupa por la prensa en general y por la antisemita en particular. Al hacerse esas fotos y ser tan estúpida de colgarlas en su facebook, lo único que Abergil ha conseguido es servir en bandeja a los medios de comunicación una de esas historias rocambolescas sobre la supuesta injusticia israelí para con el pueblo palestino: justo el tipo de historia que los medios, siempre ávidos de escándalos en Israel, están deseando.
Y así ha sido: todos los medios europeos han puesto el grito en el cielo como locos para denunciar el escándalo. Alguno de estos medios ha llegado a hacer suya la frase de un dirigente palestino al ver las dichosas fotos: "No me extraño de nada. Así son los israelíes".
Lo cierto es que yo tampoco me extraño de nada al comprobar que la prensa europea comete el consciente y deliberado error de tomar la parte por el todo y juzgar así una vez más a toda la sociedad israelí, o a todo el pueblo judío incluso, por la conducta inadmisible de una imbécil. Pero aun no extrañándome, la actitud de los medios me molesta, me crispa, me jode. Porque que yo sepa, la prensa europea nunca jamás de los jamases ha dicho que todos los palestinos sean iguales que el que se inmola en las calles de Jerusalén o Tel Aviv, o que el que lanza cohetes kassam desde Gaza contra civiles israelíes. ¿Por qué equiparar entonces a todos los israelíes a una niñata estúpida que ha cometido un acto reprobable? Lo que ha hecho Eden Abergil es indigno e inadmisible, sí, y merece ser castigada por ello, pero no es menos cierto que el tratamiento partidista de la noticia en la prensa europea es realmente vomitivo.
Por cierto, Gilad Shalit lleva cuatro años de calvario, secuestrado por terroristas palestinos y aquí nadie se conmueve, ni se escandaliza, ni se preocupa. ¿Qué tipo de moralinas pretenden vendernos nuestros medios informativos?
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