La Hipocresía y los Dobles Raseros: Fuera de Control
por Khaled Abu Tóameh
13 de agosto de 2010
Los corresponsales occidentales y los diarios continúan aplicando un doble rasero, cuando se trata de cubrir el conflicto árabe-israelí.
Es mucho más fácil, para un periodista occidental, sentarse en Israel y escribir sobre Israel, sin tener que preocuparse por su seguridad. ¿Por qué molestarse viajando a un país árabe y arriesgarse a ser arrestado o deportado, por escribir una historia que refleje negativamente a la dictadura que ahí existe?
Además, ¿quién dijo que es tan fácil entrar en un país árabe o islámico? Los periodistas extranjeros necesitan un visa para la mayoría de estos países - un proceso que podría durar semanas, meses y años.
Y cuando los periodistas extranjeros llegan a una capital árabe, él o ella son, a menudo, acompañados por "guardaespaldas" del Ministerio de Información de ese país. Después están los agentes mujabarat [de inteligencia], que comienzan a seguir a los periodistas desde el momento de su llegada y hasta que se van.
Los que son encontrados "culpables" de escribir una historia que hace enojar al dictador árabe o a cualquiera de sus confidentes, debe olvidarse de solicitar otra visa.
De lo contrario, ¿Cómo se explica el hecho que, los más importantes medios de comunicación de EE.UU., Canadá y Europa, estén haciendo la vista gorda ante los recientes acontecimientos en Jordania, donde el gobierno ha introducido una ley que restringe la libertad de prensa?
La detención, la semana pasada, de siete profesores universitarios palestinos, a manos de los servicios de seguridad de la Autoridad, en la Margen Occidental, es un ejemplo más de cómo funcionan, en esta parte del mundo, los medios de comunicación internacionales.
Algunos corresponsales independientes y periodistas palestinos ofrecieron la historia de la detención de los académicos a, por lo menos, una docena de corresponsales extranjeros y editores de diarios de América del Norte y Europa.
Sólo un periodista extranjero accedió a escribir sobre la historia. Sus colegas dieron diferentes excusas para dar la espalda a la historia.
Algunos dijeron que estaban preocupados por su seguridad personal, en caso de que informaran una noticia que, era probable, enojaría a las fuerzas de seguridad de la AP de la Margen Occidental, financiadas por occidente.
Otros, simplemente, culparon a sus editores en Nueva York, París, Londres y Toronto, por rechazar la historia como "insignificante".
A principios de esta semana, un desencantado periodista palestino, con sede en Ramallah, decidió poner a prueba a sus colegas occidentales. Se puso en contacto con el mismo grupo de periodistas y editores a quienes se les había ofrecido la historia de la detención de los académicos, con una "idea nueva" para una noticia.
El periodista palestino propuso que la prensa extranjera escribiera acerca de un profesor universitario palestino, que se quejó de que las autoridades israelíes habían rechazado su petición de visitar Israel, junto con su esposa y sus tres hijos.
La respuesta de los periodistas internacionales llegó casi al instante. Todos menos dos dijeron que era una "gran historia" y expresaron su disposición a empezar a trabajar en ello inmediatamente.
Vale la pena hacer notar que el Servicio General de Inteligencia de la Autoridad Palestina, había advertido a los periodistas palestinos y al personal de la universidad, que no informaran sobre la detención de los académicos. Por supuesto, los medios de comunicación palestinos en la Margen Occidental, controlada por la Autoridad Palestina, accedieron.
Las autoridades palestinas, incluso, amenazaron al presidente de la universidad para que no se quejara por la detención de sus profesores. Él también accedió, e incluso fue tan lejos como para apagar su teléfono celular, para evitar las preguntas de los periodistas.
Uno se puede imaginar la reacción de los medios de comunicación internacionales si los académicos palestinos hubieran sido detenidos por Israel.
El enfoque de doble rasero de los medios de comunicación internacionales, no es un fenómeno nuevo. A mediados de los años 1990, muchos corresponsales extranjeros, con sede en Jerusalem y Tel Aviv, se negaron a publicar historias sobre el mal gobierno, el abuso de los derechos humanos y la corrupción financiera generalizada, en la administración de Yaser Arafat.
Este enfoque hipócrita, por parte de los medios de comunicación, no sólo se aplica a los palestinos, sino a la mayoría del mundo árabe.
Por supuesto que no hay escasez de "grandes historias" en el mundo árabe. Pero para los periodistas occidentales que justifican sus acciones - o, mejor dicho, inacciones - aduciendo motivos de seguridad, la respuesta debería ser: Si tienes miedo, ¿por qué no dejas de escribir sobre el conflicto y empiezas a informar sobre el clima o el medio ambiente?
El Medio Oriente no es el lugar adecuado para los periodistas que se preocupan más por su bienestar que por los hechos y la verdad.
http://www.hudson-ny.org/1481/middle-east-western-media
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
Cortesia: David Hatchwell
Difusion: www.porisrael.org
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