A medida que el bloqueo israelí se alivia, Gaza va de compras
Salleh Hadallah
The Independent*
El último centro comercial en la ciudad de Gaza está lleno de productos importados de Israel, no contrabandeados a través de túneles desde Egipto. Informa Donald Macintyre
Lunes, 26 de julio de 2010
Los palestinos compran en su nuevo centro comercial con aire acondicionado.
Hila Abdul Wahad, una recién graduada en contabilidad comercial, de la Universidad Islámica, se mostró entusiasmada mirando vidrieras mientras recorría las ocho nuevas tiendas en el segundo piso del centro comercial. "Es muy bueno que esto esté sucediendo en la situación que estamos," dijo. "Debemos estar orgullosos. Se siente como si estuviéramos fuera de Gaza, es como... [hizo una breve pausa] ...estar en Egipto".
La Sra. Wahad, 21, sólo había comprado una barra de tamaño familiar de desodorante de £2 - que dijo que le habría costado £2.50 en otro lugar - pero admitió que tenía un motivo ulterior. "En realidad he venido a pedir un trabajo a la dirección", dijo.
La Sra. Wahad estaba entre los 3.700 visitantes que acudieron en masa al primer centro comercial de Gaza, en las ocho horas después de su televisada gran inauguración, a la que asistió el Ministro de Trabajo del gobierno de facto de Hamas, Abu Osama al-Kurd. El centro comercial de Gaza es pequeño - sólo dos plantas, con un supermercado y un restaurante de comida rápida en la planta baja -, pero con aire acondicionado. No tiene ascensor - todavía - pero encima de la escalera, una pantalla muestra imágenes de los compradores, en tiempo real, de las cámaras de televisión de circuito cerrado de seguridad.
Las tiendas, en la planta baja, incluyen una farmacia y una que vende ropa femenina, incluyendo abayas negras, para las que se visten más tradicionalmente, que abundan en Gaza. Las bolsas llevan el mismo logotipo, y todos los 60 asistentes de ventas son, directamente, empleados por los propietarios del centro comercial. El centro comercial tiene su propia página web, que ofrece entrega a domicilio. Se han incluido tranquilas habitaciones, separadas, para que oren hombres y mujeres.
"Queremos que la gente venga aquí y encuentre, en el mismo edificio, todo tipo de productos", dice Hassan Nissar, el director de finanzas de la empresa Centro Comercial de Gaza, que es el dueño del centro comercial. "Estamos trabajando duro para mejorar las vida y permitir que la felicidad entre en los corazones de la gente. Queremos que vayan a un centro comercial como a una excursión."
El centro comercial ha electrizado la conservadora blogosfera, ahora en plena ebullición con afirmaciones que se burlan de la idea que sus habitantes sufren el bloqueo, que Israel impuso sobre el territorio hace tres años y que el mes pasado decidió aliviar parcialmente.
Pero, de hecho, las tiendas están vendiendo, mayormente, las mismas mercancías que han estado disponibles en otras tiendas, desde hace mucho tiempo, a un precio más bajo, un plus importante ya que el desempleo está por encima del 40 por ciento y más del 60 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza de 2 dólares por día .
La diferencia es que la mayoría de los bienes de consumo, previamente, eran contrabandeados a través de los túneles desde Egipto - mientras que, dicen los gerentes del centro comercial, el 90 por ciento de sus nuevas existencias son importadas de Israel.
De acuerdo a la Sra. Wahad, los jeans cuestan 80 shekels [£13,50] en el centro comercial, comparados con los 150 en otros lugares. Otra compradora, Lemis Baroud, 30, que visitaba la tienda con una amiga, dijo: "Vinimos a ver cómo es esto. Los precios son buenos. Cuando vine la primera vez, pensé que un nuevo centro comercial sería caro, pero es más barato".
Mientras tanto, la tienda de ropa para niños está bien provista de vestidos para niñas de fabricación china, importados por la familia Taha. Ibrahim Taha, 20, que está en la tienda para capacitar a los asistentes de ventas recién reclutados, dijo que el stock, que ahora llega a través del cruce israelí en Kerem Shalom, sería ligeramente más barato que en su propia tienda, establecida hace largo tiempo en otra parte de la ciudad de Gaza.
Hay una extendida creencia en Gaza de que Hamas, su gobierno de facto, o por lo menos los hombres de negocios cercanos a la facción islámica, están detrás del emprendimiento, aunque Hamas lo niega. En la oficina de administración del centro comercial, Sarraj Abu Sleem, uno de los inversores en el negocio, insistió: "El gobierno apoya este proyecto económico, pero la única ayuda que nos ha dado, ha sido el concedernos una licencia."
El Sr. Abu Sleem, quien se negó a nombrar a sus socios inversionistas, dijo que la construcción del centro comercial costó $1,5 millones.
Haciéndose eco de comerciantes y empleados del propio centro comercial, una figura prominente de negocios de Gaza, que pidió no ser nombrada debido a la sensibilidad política, dijo que creía que la facción islámica estaba, realmente, detrás del centro comercial.
Sugirió que era parte de una nueva ola de empresas, principalmente en el comercio minorista y de servicios recreativos, que ofrecen un retorno más rápido que la manufactura, que había sido iniciado por el régimen con la ayuda de la economía de los túneles, que había florecido desde que el bloqueo diezmó a la industria legítima.
Estos van desde el Asdar Media Center, abiertamente de propiedad de Hamas, que combina la producción de películas con una explotación ganadera, hasta el Crazy Water Aqua Fun Park para niños, uno de cuyos directores se cree que es Mohammed Al-Araj, el ministro de economía en el primer gobierno después de que Hamas ganó las elecciones en 2006.
Al Bustan, otro complejo recreativo en la playa al norte de la ciudad de Gaza, incluyendo uno de los restaurantes más asequibles a lo largo de la costa, fue también inaugurado en una ceremonia a la que asistieron, entre otros, el Ministro del Interior de Hamas, Fathi Hamad, y un grupo de prominentes miembros de Hamas, electos para el Consejo Legislativo Palestino.
Una teoría no confirmada, es que la facción puede estar utilizando parte de los ingresos como una fuente de fondos, dado que la prohibición de Egipto a que importantes figuras de Hamas salgan de Gaza, ha hecho más difícil para la facción, traer dinero en efectivo a través de la frontera. "No quieren admitir quién está detrás de estas operaciones", dijo el líder empresarial, "porque cualquiera sea el cambio político que haya en el futuro, no quieren ser arrancados de raíz".
Mientras tanto, la industria manufacturera, desde hace tiempo establecida en Gaza, está luchando para sacar el máximo provecho del alivio del embargo, volviendo a la vida a una parte limitada de la vacilante economía productiva de Gaza.
El cemento y otros materiales de construcción - excepto, gradualmente, para seleccionados e internacionalmente supervisados proyectos de construcción - todavía están prohibidos. Pero aunque la mayoría de las nuevas importaciones de Israel son bienes de consumo terminados, algo de madera, tejidos, hilos, cacao industrial, envoltorios, así como envases de vidrio, metal y plástico, han entrado a través del cruce de Kerem Shalom en los últimos días. (Unos pocos y determinados productos para servicios de salud, largamente retrasados, seriamente afectados por el embargo de tres años, incluyendo un escáner CT, han entrado recientemente a Gaza. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud informa que muchos otros, todavía están enfrentando largas demoras burocráticas, junto con sus urgentes pedidos de técnicos especialistas en medicina para que salgan de Gaza para entrenarse, o para que entren a instalar y mantener los equipos)
De acuerdo a Gisha, una agencia israelí de derechos humanos, el número de camiones que entran a Gaza ha aumentado de los niveles del 25 por ciento, de antes de junio de 2007, al 40 por ciento la semana pasada.
Israel ha prometido aumentar la capacidad de Kerem Shalom, de 180 a 250 camiones por día, pero llegar al nivel del 100 por ciento exigiría un cruce más importante, como el más grande para carga, Karni, para ser totalmente abierto.
Pero aún ese 100 por ciento no alcanzaría para el enorme atraso de materiales de construcción y materias primas necesarias, después de un bloqueo y una guerra. Desde junio de 2007, los cruces de Gaza fueron cerrados a todas las exportaciones e importaciones de todo, con excepción de artículos de primera necesidad humanitaria. Si bien la prohibición de las importaciones ha sido parcialmente aliviada, la de las exportaciones, que representaban una gran proporción de la producción manufacturera de Gaza, sigue en vigor.
"Sin un aumento sustancial de la capacidad de los cruces, mucho más allá de lo que Israel está prometiendo, y sin la exportación, no habrá recuperación económica", dijo el director de Gisha, Sari Bashi.
Dos empresas de Gaza, que solían depender 100 por ciento de las exportaciones, son un ejemplo de ello. La Fábrica de Jugo de Gaza, que se encuentra ahora en una semana de dos días debido a su dependencia del mercado interno causado por el embargo, se ha visto afectada por la llegada de jugo de Israel, entre otros bienes de consumo que ahora fluyen a Gaza.
Pero la fábrica Aziz - uno de los cientos de fabricantes de ropa que han cerrado en Gaza - que hasta junio de 2007 empleaba a 100 trabajadores, fabricando jeans para un importador israelí, ha importado suficiente tela para la modesta producción de jeans y remeras para el mercado de Gaza, con siete empleados contratados de nuevo.
Determinadamente optimista, Aziz Aziz dijo: "Si las cosas siguen así, espero que podamos volver a donde estábamos antes"
De vuelta en el centro comercial de Gaza, Ibrahim Taha insiste en que si pudiera comprar ropa para niños a los fabricantes de Gaza, abandonaría las importaciones chinas.
Amr Hamad, el director de la Federación Palestina de Industrias, la semana pasada y de forma explícita, dio la bienvenida al indudable cambio de la política de Israel, pero estimó que sólo unos pocos cientos de las 3.900 fábricas y talleres de Gaza de antes del bloqueo, serán capaces de empezar de nuevo en las condiciones actuales. Que es una de las razones por las que el enviado de la comunidad internacional, Tony Blair, todavía presiona a Israel para que levante la prohibición a las exportaciones.
Puede que todavía sea demasiado pronto para evaluar plenamente el cambio. Pero Sami Abdel-Shafi, un consultor de negocios independiente, advirtió que "cualesquiera que sean los bienes que aparezcan en Gaza, la vida de la gente continuará estando en corto circuito, mientras sean incapaces de moverse libremente o reconstruir una economía que produzca bienes de calidad para la exportación, y que emplee a cientos de miles de personas que, sin eso, se convirtieron en mendigos de la ayuda".
Incluso un brillante nuevo centro comercial no puede cambiar esa realidad.
*The Independent es un diario de la izquierda inglesa.
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
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