LO MISMO DE SIEMPRE EN AMNESTY INTERNATIONAL
Celia Michonik
No me sorprendió eI predecible informe que Amnesty International publicó recientemente sobre la conducta de Israel durante la Operación Plomo Fundido en Gaza, el usual y característico modelo de reprobación a Israel.
Antes de analizar el informe citaré la declaración de intenciones de Amnesty International tal como figura en su website:
"-Consideramos que la violación de los derechos humanos en cualquier parte es motivo de preocupación de las personas en todo el mundo. Por lo tanto, indignados por el atropello a los derechos humanos e inspirados en la esperanza de lograr un mundo mejor, trabajamos por mejorar la vida de la humanidad por medio de campañas y solidaridad internacional. Nuestra misión es investigar y actuar para prevenir y dar fin a graves abusos de los derechos humanos y exigir justicia para aquellos cuyos derechos humanos han sido violados."-
El informe acusa categóricamente a Israel de cometer crímenes de guerra y ataques de destrucción injustificados durante la ofensiva a Gaza. Es absolutamente imposible no causar bajas civiles cuando uno está en guerra contra un enemigo que lucha desde los centros de población civil. Consciente de eso, el Ejército de Defensa de Israel (IDF), empleando armas de gran precisión, apuntó a objetivos específicos de Hamas donde se sabía que operaban los atacantes. Hubiese sido mucho más fácil y rápido si el IDF hubiera bombardeado en forma indiscriminada toda la zona de Gaza fortificada por Hamas, como hizo Rusia cuando arrasó Grozny en su embestida contra Chechenya.
En plena guerra, Richard Kemp, importante asesor militar del gobierno británico, declaró en el canal de televisión de la BBC: No creo que haya habido jamás en la historia de las guerras un ejército que haya invertido tantos esfuerzos por reducir las bajas civiles como el IDF está haciendo hoy en Gaza.
Durante los ocho años que precedieron la guerra, Amnesty International no publicó ningún informe o declaración mencionando que la población del sur de Israel era el objetivo de miles de misiles y morteros lanzados por Hamas contra civiles. Amnesty International falló al no preguntarse qué país habría tolerado actos de terror contra su población civil durante tantos años, y no cumplió con su deber de condenar estos actos criminales.
El hecho de que la Operación Plomo Fundido fue una reacción a los ataques de misiles contra la población civil en el sur de Israel mereció apenas una breve mención. En un posterior intento de trivializar esos actos de violencia, Amnesty International declaró que, aunque ilegales, estos "cohetes de construcción casera que caían en forma indiscriminada sólo en raras ocasiones causaban bajas civiles". El hecho de que los cohetes no hubiesen causado un gran número de víctimas civiles israelíes, como deseaban los terroristas palestinos, no anula su poder mortífero ni la intención de destruir y matar, por lo cual fueron disparados.
Quizá deberíamos recordar a Amnesty International que durante la guerra un kindergarten y una escuela israelí recibieron impactos directos de esos indiscriminados "cohetes caseros". El resultado de esos ataques hubiera sido fatal si los niños no hubiesen estado protegidos en los refugios subterráneos.
El presidente de la Corte Internacional de Justicia afirmó que el derecho de un país a defenderse contra la agresión es legítimo. El principal objetivo de la Operación Plomo Fundido fue crear las condiciones para proporcionarle seguridad al sur del país y, sobre todo, lograr un cese del fuego prolongado de ataques provenientes de la franja de Gaza.
Según el informe de Amnesty International, no se encontró evidencia de que los militantes palestinos forzaron a los civiles a permanecer en los edificios empleados para fines militares, contradiciendo las acusaciones de Israel que Hamas usaba en repetidas ocasiones "escudos humanos". Las milicias de Hamas no tenían que "obligar a los civiles a quedarse", ellos simplemente abrían fuego desde sus casas. ¿Será posible que Amnesty International piense realmente que los civiles interrogados en Gaza podían acusar libremente a Hamas (un régimen que gobierna con mano de hierro y aterroriza a la población) de algo indebido? Contrariamente al sentido común, Amnesty International acusa al IDF de emplear civiles palestinos y niños como escudos humanos. Durante la Guerra, el IDF lanzó en repetidas oportunidades panfletos instruyendo a la población civil de evacuar sus casas o locales identificados como depósitos o sitios de fabricación de armas, o sitios de lanzamiento de misiles, antes de que fueran bombardeados.
Como información marginal y carente de importancia, el informe de Amnesty International menciona que Hamas y otros grupos militantes palestinos habían puesto en peligro a la población civil al lanzar cohetes desde casas y usándolas como depósitos de armas. ¿No es esto precisamente usar civiles como escudos humanos? ¿Cómo puede un acto tan inhumano recibir una mera mención y ningún tipo de condena?
Cuando una persona es juzgada y condenada en una corte de justicia, muchas veces la sentencia se basa en el intento del acusado de cometer un crimen, aunque lo haya logrado o no. Esta es la base de la que parten las autoridades en muchos países cuando detienen terroristas antes que cometan sus crímenes.
Es obvio que el control de Hamas sobre Gaza colocó a las mujeres y niños en el frente mientras que las milicias se ocultaban detrás, y que los civiles eran considerados apenas un medio para sus fines terroristas. Hamas no tomó ningún tipo de medidas para proteger a los civiles cuando los terroristas operaban desde sus casas. Claramente, esto es un crimen que merece más que una fugaz mención.
Israel lamenta las bajas civiles de los palestinos. A la vez que la fuerza aérea israelí tuvo gran cuidado en minimizarlas, llevó a cabo miles de ataques contra objetivos de Hamas durante la Operación Plomo Fundido. Si el IDF hubiese disparado sus armas en forma indiscriminada, obviamente hubiese causado decenas de miles de bajas civiles.
En países como Irak, Pakistán y Afganistán, los civiles son víctimas de ataques militares que provocan miles de bajas. Ninguno de estos actos reciben el nivel de escrutinio y protesta que reciben las acciones de Israel.
El informe de Amnesty International sí hizo referencia a la actual tensión entre Hamas y la Autoridad Palestina, dominada por el Partido Fataj, describiendo las torturas y asesinatos así como las detenciones arbitrarias de simpatizantes de las facciones rivales.
Como en muchas guerras o conflictos, los israelíes cometieron errores tácticos. Sin embargo, Israel no puede ignorar las abiertas declaraciones hechas por los líderes de Hamas de borrarlo de la región. Debemos recordar que en 2005, Israel se retiró de toda la Franja de Gaza. Desde entonces no hay ocupación en Gaza. Los cruces estaban abiertos inicialmente, pero poco a poco fueron cerrados de nuevo debido a los ataques de misiles y a los intentos de infiltración terrorista.
En tanto que la ONU, Amnesty International y los medios de comunicación internacionales condenan las acciones defensivas de Israel, debemos recordarle a estos organismos que el gobierno israelí no sólo tiene el derecho sino además la obligación bajo la ley internacional de proteger a su población civil. Esto incluye garantizarle una vida libre de ataques de misiles y otros actos de terror.
Gentileza para Porisrael de Celia Michonik
Chairperson
Public Affairs, United Nations and NGO Department World WIZO
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