Anastassia Michaeli:
Joven, diputada y supermadre
Sal Emergui | Jerusalén
08/07/2009
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/08/internacional/1247020691.html
Al cumplir los 19 años, una delgadísima modelo recibía un triste diagnóstico: "El doctor me dijo que nunca podría tener hijos". Hoy, lo recuerda a carcajadas. A sus 33 años, Anastassia Michaeli es una flamante diputada israelí que acaba de dar a luz a su octavo hijo. No está mal para una estéril en potencia. "Soy el ejemplo de que se puede ser madre y mujer con carrera", dice a este diario, después de otro parto, algo ya rutinario en su vida.
Los humoristas elogian "su contribución a la demografía judía". A una semana de su cumpleaños, Michaeli se convirtió el domingo en la primera diputada en la historia de Israel que da a luz mientras ejerce el cargo. "No estoy emocionada por ser la primera, sino por haber tenido mi octavo hijo", comenta esta ex modelo, que ahora es la cara amable del partido ultranacionalista 'Israel Beitenu'.
Quizás Michaeli sea biónica, ya que desde que llegó a Israel en 1997 -procedente de su ciudad natal, San Petersburgo- ha tenido tiempo para casarse, ser modelo, periodista, actriz y madre de ocho hijos, todos ellos rubios y muy disciplinados. Tanto como ella y el resto de diputados ante su líder, Avigdor Liberman, el político menos diplomático del país e, irónicamente, el jefe de la diplomacia. Entre las acusaciones que arrastra (odio y desconfianza hacia los árabes, discurso populista, polémicas amenazas verbales...), hay una que Lieberman no niega: manda con mano de hierro en el partido.
"Avigdor me dijo bromeando que esperara a tener el hijo hasta el día de su cumpleaños. El parto estaba previsto antes, pero al parecer mi bebé no quiere tener problemas con él, así que nació ese día", ironiza una mujer que huye de las polémicas posiciones de su jefe. "Yo no tengo experiencia para hablar de política exterior o de seguridad. Acabo de entrar en el Parlamento y prefiero centrarme en materias que entiendo, como la educación o los niños".
Michaeli nos explica su vertiginosa ascensión a la cima intercalada con ocho embarazos: "Quizás parece fácil, porque sea rubia y simpática, pero todo se debe a mi trabajo. No sé lo que es descansar". Se graduó en Ingeniería Electrónica y Comunicación en San Petersburgo, ciudad de la que había sido elegida miss en 1995. Se casó con Yossi, ingeniero y ex campeón de boxeo en Israel, donde fueron a vivir y donde ella se convirtió al judaísmo. No se integró nada mal, ya que si en su boda en el 2000 tuvo 120 invitados, su penúltimo cumpleaños lo celebró con 4.000 personas.
Gracias a Lieberman y su partido dirigido principalmente al electorado ruso, llegó al Parlamento hace unos meses. Michaeli era una cara muy conocida como modelo, actriz y sobre todo estrella televisiva en el canal ruso israelí Israel Plus. "Dudé en entrar en política, porque tenía mucho que perder. En estos 12 años, creé mi partido, el más importante, que es mi familia, y temía no verles con asiduidad. Mi intenso trabajo parlamentario son como vacaciones", bromea para definir la "jungla" que supone ocuparse de tantos hijos. "No me confundo con sus nombres, pero sí con las fechas de sus cumpleaños".
Cuando no tiene que asistir a una sesión parlamentaria o llevar a uno de sus hijos al colegio o una actividad por la tarde, intenta responder a los más de 200 correos electrónicos que recibe diariamente. Michaeli se enfada cuando enfatizan su pasado como modelo. "Soy ingeniera pero para la prensa no es tan sexy", lamenta.
Desmiente que hiciera comentarios racistas como miembro del jurado sobre el representante de Israel a Eurovisión. Ante la candidatura de Lior Kolet, Michaeli habría dicho: "No deberíamos enviar a una cantante con aspecto árabe". "Es mentira, no soy racista", se defiende ahora.
"Ser mujer es un privilegio. Mi madre decía que las mujeres son el cuello que aguanta la cabeza. La mujer debe hacer que el hombre se sienta como el capitán del barco, pero en realidad es ella quien lo maneja", asegura Michaeli.
¿Habrá un noveno heredero? "Yo no decido, ni mi marido. Sólo Dios. Personalmente quiero más hijos, que es una bendición divina".
'Placeres de la vida' fue el programa televisivo que la catapultó a la fama. Como diputada reivindica que no hay mayor placer que ser madre
Al cumplir los 19 años, una delgadísima modelo recibía un triste diagnóstico: "El doctor me dijo que nunca podría tener hijos". Hoy, lo recuerda a carcajadas. A sus 33 años, Anastassia Michaeli es una flamante diputada israelí que acaba de dar a luz a su octavo hijo. No está mal para una estéril en potencia. "Soy el ejemplo de que se puede ser madre y mujer con carrera", dice a este diario, después de otro parto, algo ya rutinario en su vida.
Los humoristas elogian "su contribución a la demografía judía". A una semana de su cumpleaños, Michaeli se convirtió el domingo en la primera diputada en la historia de Israel que da a luz mientras ejerce el cargo. "No estoy emocionada por ser la primera, sino por haber tenido mi octavo hijo", comenta esta ex modelo, que ahora es la cara amable del partido ultranacionalista 'Israel Beitenu'.
Quizás Michaeli sea biónica, ya que desde que llegó a Israel en 1997 -procedente de su ciudad natal, San Petersburgo- ha tenido tiempo para casarse, ser modelo, periodista, actriz y madre de ocho hijos, todos ellos rubios y muy disciplinados. Tanto como ella y el resto de diputados ante su líder, Avigdor Lieberman, el político menos diplomático del país e, irónicamente, el jefe de la diplomacia. Entre las acusaciones que arrastra (odio y desconfianza hacia los árabes, discurso populista, polémicas amenazas verbales...), hay una que Lieberman no niega: manda con mano de hierro en el partido.
"Avigdor me dijo bromeando que esperara a tener el hijo hasta el día de su cumpleaños. El parto estaba previsto antes, pero al parecer mi bebé no quiere tener problemas con él, así que nació ese día", ironiza una mujer que huye de las polémicas posiciones de su jefe. "Yo no tengo experiencia para hablar de política exterior o de seguridad. Acabo de entrar en el Parlamento y prefiero centrarme en materias que entiendo, como la educación o los niños".
Michaeli nos explica su vertiginosa ascensión a la cima intercalada con ocho embarazos: "Quizás parece fácil, porque sea rubia y simpática, pero todo se debe a mi trabajo. No sé lo que es descansar". Se graduó en Ingeniería Electrónica y Comunicación en San Petersburgo, ciudad de la que había sido elegida miss en 1995. Se casó con Yossi, ingeniero y ex campeón de boxeo en Israel, donde fueron a vivir y donde ella se convirtió al judaísmo. No se integró nada mal, ya que si en su boda en el 2000 tuvo 120 invitados, su penúltimo cumpleaños lo celebró con 4.000 personas.
Gracias a Lieberman y su partido dirigido principalmente al electorado ruso, llegó al Parlamento hace unos meses. Michaeli era una cara muy conocida como modelo, actriz y sobre todo estrella televisiva en el canal ruso israelí Israel Plus. "Dudé en entrar en política, porque tenía mucho que perder. En estos 12 años, creé mi partido, el más importante, que es mi familia, y temía no verles con asiduidad. Mi intenso trabajo parlamentario son como vacaciones", bromea para definir la "jungla" que supone ocuparse de tantos hijos. "No me confundo con sus nombres, pero sí con las fechas de sus cumpleaños".
Cuando no tiene que asistir a una sesión parlamentaria o llevar a uno de sus hijos al colegio o una actividad por la tarde, intenta responder a los más de 200 correos electrónicos que recibe diariamente. Michaeli se enfada cuando enfatizan su pasado como modelo. "Soy ingeniera pero para la prensa no es tan sexy", lamenta.
Desmiente que hiciera comentarios racistas como miembro del jurado sobre el representante de Israel a Eurovisión. Ante la candidatura de Lior Kolet, Michaeli habría dicho: "No deberíamos enviar a una cantante con aspecto árabe". "Es mentira, no soy racista", se defiende ahora.
"Ser mujer es un privilegio. Mi madre decía que las mujeres son el cuello que aguanta la cabeza. La mujer debe hacer que el hombre se sienta como el capitán del barco, pero en realidad es ella quien lo maneja", asegura Michaeli.
¿Habrá un noveno heredero? "Yo no decido, ni mi marido. Sólo Dios. Personalmente quiero más hijos, que es una bendición divina".
'Placeres de la vida' fue el programa televisivo que la catapultó a la fama. Como diputada reivindica que no hay mayor placer que ser madre.
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