RESISTAN
Daniel Rosenthal
El viernes 26 de junio la Dra. Pilar Rahola recibió la "Orden del Presidente de la Universidad de Tel Aviv".
Un auditorio repleto la aplaudió una y otra vez. Estuvimos allí, entre
embajadores, personalidades comunitarias, periodistas y amigos, viviendo con emoción el evento. Escuchando una vez más a quien, como marcó el presentador, no "está de nuestra parte" sino que "es parte de nosotros".
Recibido el premio, Pilar expresó sus pensamientos y sentimientos en una exposición de casi hora y cuarto que pasaron volando. Su juvenil
presencia y su seguro manejo del discurso lograron fácilmente seducir al auditorio. Fue vehemente y clara a la vez. Nos habló desde la cabeza y desde el corazón. El título formal de la exposición era "La importancia de Israel para la libertad, la democracia y la seguridad del mundo".
Comenzó agradeciendo a sus padres, "sin cuya enseñanza no sería la
mujer que soy".
Y ya de lleno en la realidad, dijo empezar por el final al dar su opinión
sobre el reciente discurso del Presidente Obama en El Cairo. "No me gustó nada", "no empezó bien" fueron sus claras definiciones.
Lo consideró una persona brillante a quien espera y desea que le vaya
bien. Ya que su éxito será bueno, no sólo para los Estados Unidos, sino
también para el mundo todo.
Pero recalcó una y otra vez que el haber comparado la conducta y
acciones de una ideología totalitaria con un conflicto, por más complejo
que sea, es de una ligereza y desinformación que asustan. El asimilar al
Holocausto con la situación de los palestinos es desconocer la más básica realidad.
Partiendo de aquella tan equivocada ecuación que presentara el
mandatario norteamericano, marcó con claridad la diferencia entre
ideologías malditas y relativismo ético. Aunque diabólicas y peligrosas, las primeras son claras. Veo a un fascista, un stalinista o un nazi y se que ahí está mi enemigo.
El verdadero problema está en los relativistas, esas personas
"comprometidas e informadas en todo menos en lo que tenga que ver con Israel". Comentó que uno puede pelearse con quienes no comparten sus ideas o enfoques, en la medida que se respeten cuatro valores inalterables: tolerancia, libertad, ciudadanía y derechos fundamentales. "Ahí dentro nos peleamos. Pero sobre la verdad no hay pelea".
Y ese alejamiento de los hechos se ve muy claramente en España –y
también en otros países europeos-, donde "a los israelíes se los despojó de la condición de víctimas".
La trilogía de problemas se completa con la simplificación. Hoy día todo es instantáneo, automático. Como el fast food, también la respuesta
inmediata. El reflejo condicionado, como marcaba Pavlov. Y en esa forma de ser y actuar es fácil la ecuación: Israel = malo.
Se permitió criticar manifestaciones y actitudes de "mi Presidente"
Zapatero y del Canciller Moratinos ("con quien podemos coincidir en
pasiones futbolísticas" pero para nada en política exterior). En este punto intentó aflojar las tensiones del embajador español, a quien se notaba incómodo en la cómoda butaca de la primera fila, a quien calificó de joven y buen mozo ("mi esposo no está aquí").
Hizo asentir con un gesto al corresponsal de la televisión española,
cuando marcó que hoy día pocos periodistas son verdaderamente
profesionales. Y que se limitan a escribir sin salirse de la línea pautada de antemano por sus empleadores. Sin conocimientos de historia y con la ayuda de Internet, pueden hacer una tesis sobre Sri Lanka "en minuto y medio".
A través de los tiempos, el judío siempre fue marcado como el culpable de todo. Desde las grandes crisis económicas hasta la peste, continuó la disertante. Y así hasta el día de hoy. Si antes los banqueros judíos
manejaban las finanzas, ahora Wall Street está dominada por ellos. Si
antes mataban niños para preparar comidas rituales con su sangre, ahora matan niños (palestinos) para mantener su dominación. Siendo Israel el judío entre las naciones, si antes el culpable era el hombre, ahora lo es el Estado que lo representa.
La enorme mayoría de los pensadores socialistas son antisemitas. Les
viene desde las persecuciones de principios del comunismo. Y es así
como defendieron antes a Arafat y ahora apoyan a hamás o hizbollah. Y la gente los sigue, los aplaude, los premia. Valga Saramago como patético ejemplo.
Para peor, hay muchos españoles que llevan el antisemitismo "en el ADN", seguramente heredado de la Reina Isabel.
Si a la eterna culpabilidad judía y el antisemitismo de la izquierda le
sumamos los intereses económicos, la mezcla "es explosiva".
Queda claro que nadie tomaría seriamente al rey de Arabia Saudita, al
presidente iraní o a su colega venezolano si sus países no tuviesen
petróleo.
La verdadera víctima es Israel. Ya que mientras los árabes pueden perder una o mil batallas sin que cambie su futuro, perder una sola significaría para el Estado Judío su desaparición.
También los palestinos son víctimas, pero de ellos mismos. De sus propios dirigentes y los demás gobernantes árabes que los usan en su peleacontra Israel, en lugar de ayudarlos a construir un mejor futuro.
"A pesar de todo, hay buenas noticias", dijo Pilar en lo que marcó como la parte final de su conferencia.
Cuando años atrás hablaba a favor de Israel "se me venían todos encima".
Por el contrario, hay hoy día cada vez más gente que no reacciona en
forma simple y rápida. Ahora hay muchos que se hacen preguntas, que
intentan saber más y mejor sobre este conflicto tan complejo que lleva
sesenta años.
Repitió lo que alguna vez leímos de ella. Que si tuviese que irse a una isla donde habría que recrear la civilización se llevaría tres libros. Las Tablas de la Ley –los diez mandamientos que son la expresión más clara y simple de nuestra cultura-, el Código romano – base de todo nuestro sistema legal- y la Carta de Derechos Humanos.
El fundamentalismo islámico nos amenaza, ya que quiere destruir esa,
nuestra civilización. "Nos declararon la guerra".
Y precisamente por eso ella opina como lo hace. "Porque nos jugamos el futuro". Y no solamente el futuro de Israel o de los judíos, sino "el de mis hijos".
"Somos pocos y tenemos que luchar", recalcó con emoción al pedir que la ayudemos en esta lucha desigual pero imprescindible.
Ustedes, los judíos y los israelíes, están en el frente de esa batalla.
"Resistan!", fue su arenga final.
Daniel Rosenthal
Gentileza: Eial Bluer
Reenvio: www.porisrael.org
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