"LOS PIRATAS SON TERRORISTAS, NO LADRONES DE RELOJES".
ISRAEL COMPLETA PRIMER ENTRENAMIENTO MUNDIAL CONTRA PIRATERIA MARITIMA.
Ana Jerozolimski
Haifa
David Mirza no tiene dudas: el viejo y hoy renovado fenómeno de la piratería, no es un caso más de delincuencia común, sino una clara expresión de terrorismo. Por eso, como nervio motor de la Academia de Seguridad Internacional que fundó años atrás y que ya ha entrenado a numerosos agentes como guardaespaldas especializados, decidió lidiar con el desafío.
Organizó un curso nuevo, dedicado específicamente al tema de "seguridad marítima", convencido que "hay que tomar conciencia del problema y saber proponer soluciones concretas". Al acercarse a la finalización del entrenamiento especial- que contó con la participación de 28 hombres y dos mujeres dedicados al tema de la seguridad- Mirza explica que "tanto la OTAN, como la ONU y el mundo en general, deben entender que con hablar, esto no se soluciona". "Es necesario respaldar a los guardias en los barcos, permitirles cuidar la vida de la gente y la carga que llevan, para que el terrorismo no gane. De lo contrario, será imposible navegar".
David , de tono seguro y tendencia a reír con facilidad, nos recibe a bordo de un barco anclado en los astilleros de Haifa, donde se realiza parte del entrenamiento y se lleva a cabo la maniobra que lo resume. Observa orgulloso a quienes están sumándose a la larga lista de egresados de sus cursos, sabiendo que éstos han hecho algo particular al ser los primeros en prepararse para lidiar con una amenaza real.
"Hay que comprender que la piratería marítima ya no es para robar relojes sino que es terrorismo, que no distingue entre israelí, judío, egipcio, ucraniano, filipino y francés"- afirma David Mirza. " Esa gente todavía tiene 220 rehenes en Somalia y nadie hace nada porque no entienden todavía que esto es un tipo de terrorismo que puede llegar a más todavía que secuestrar un barco de carga".
Y si se trata de prepararse para responder a un nuevo desafío, parecería- a juzgar por los comentarios de varios de los participantes-que nada mejor que hacerlo en Israel.
"La gente aquí es muy especializada en la seguridad. Es impresionante cómo lo tienen montado, en todos los sentidos"- nos dice Nelson Pérez (43) , originario de Viña del Mar en Chile, que es en realidad parte del grupo mayoritario en el curso, el de España, donde él se radicó hace más de 20 años. "Aquí son expertos en seguridad, es evidente. Se ve que no tienen más remedio".
Juan José Morales (38) también capta el tema y siente una especie de similitud de destinos con Israel. El , como ex suboficial del ejército en España, trabajando hace 15 años como guardia privado para proteger a políticos vascos amenazados por ETA, tiene claro que "países que no viven estas situaciones, lo entienden menos".
"Sabemos que aquí por lo que significa el Estado de Israel, su cultura, la creación de este país que tiene una historia de años de lucha, ellos están rodeados por países que tienen una agresión constante hacia sus intereses"-nos dice: " Y sabemos que aquí esa ideología que ellos tienen hace que la seguridad para ellos sea parte de la vida misma. Entonces realmente tienen unos niveles muy elevados de instructores y de experiencia real".
Juan José hasta da de ejemplo el caso de un crucero de bandera italiana al que se intentó secuestrar semanas atrás cerca de las Islas Seychelles. "A bordo había guardias israelíes que lo impidieron".
David Mirza también habla de ese caso, como demostración clara de la necesidad imperiosa de estar bien preparados para poner fin a los ataques de piratas.
"Si los terroristas que atacaron hace tres semanas el crucero con 1500 pasajeros hubiesen logrado su cometido, el mundo tendría ahora 1500 rehenes en manos de somalíes. Pero los guardias israelíes lograron frenarlos".
Pues para garantizar que ese sea siempre el resultado, la frustración del atentado, es que se organizó el curso de seguridad marítima que ya está terminando. De él, numerosos participantes retornan a sus países con la plena sensación de haber conocido un enfoque diferente del que estaban acostumbrados.
"No estás entrenado para liarte a tiros a la primera de cambio sino para intentar que esos tiros no tengan que llegar a realizarse porque previamente hemos hecho un trabajo preventivo que disuada a los chicos malos", dice el español Morales. "La violencia tiene que ser nuestro último recurso pero no por eso estar precondicionados a no usarla. Tenemos que tener claro que si llegado el momento hay que usarla, lo vamos a hacer."
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