miércoles, 17 de junio de 2009

Fwd: Meir Javedanfar. Las Elecciones Iraníes Reflejan las Ambiciones del Líder Supremo



 
 
 
 
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Las Elecciones Iraníes Reflejan las Ambiciones del Líder Supremo

Meir Javedanfar*

 Comentario Original Para el Boletín de Medio Oriente

16 de junio de 2009

 

Las recientes elecciones presidenciales en Irán han demostrado ser las más controvertidas desde el comienzo de la revolución. Con demostraciones que tomaron las calles de Teherán, muchos son los que buscan entender la causa de la controversial victoria de Mahmoud Ahmadinejad. Para encontrar la respuesta, debemos observar las aspiraciones de corto y largo plazo del hombre más poderoso de Irán, Ayatollah Seyyed Ali Khamenei.

Desde que se convirtió en el Líder Supremo de Irán en 1989, Khamenei ha mantenido la cohesión entre las diferentes facciones políticas a través de un sistema de equilibrio de poderes en organismos del gobierno. Casi como un trapecista, sobrevivió a los desafíos internos y a las amenazas de un cambio de régimen apoyado externamente, dándole a cada facción política importante una voz en una parte del sistema. Por ejemplo, como medio de mantener felices a los conservadores cuando los reformistas ganaron las elecciones en 1997 y 2001, permitió a los conservadores manejar el poder judicial y los medios de comunicación. Para mantener la cohesión cuando los conservadores retomaron el poder a través de la elección de Ahmadinejad en 2005, permitió al principal oponente del presidente, Ayatollah Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, manejar la Asamblea de Expertos así como también al Consejo de Idóneos.

Cuando, en el pasado, Khamenei quería despojar de poder a un grupo, lo hacía de manera gradual. Un ejemplo importante es su meta de restarle poder político y económico al clero y dárselo a los conservadores no religiosos, a los que percibe más leales y capaces de conducir el país. Desde 2001, ha venido llevando este proceso, lenta y meticulosamente.

Sin embargo, su apoyo a Ahmadinejad, antes y después de las elecciones, junto con lo que muchos creen que es un abrumador fraude electoral que él ha consentido, casi no es típico de Khamenei. Esos movimientos son muy repentinos y extremos, a diferencia de la forma puntillosa con la cual maniobró en relación con importantes asuntos en el pasado. También son muy provocativas, no sólo para los partidarios de los reformistas, sino porque son claros esfuerzos para aislar a otras figuras poderosas. Estos líderes incluyen a Rafsanjani y a Karroubi, quienes tienen vastas conexiones de negocios y están bien conectados políticamente.

Una posible razón para la reciente decisión de Khamenei es que se dio cuenta de que, a menos que interviniera, los reformistas ganarían las elecciones. Lo que preocupaba aún más al Líder Supremo es el hecho que el clero, tanto en la derecha como en la izquierda, se estaba volcando contra el presidente y, en última instancia, contra él. Recientemente, por ejemplo, la Sociedad para los Clérigos Combatientes, un poderoso grupo conservador perteneciente al clero de Qom, decidió "no apoyar a ningún candidato en las elecciones presidenciales". Esta era una forma política correcta de decir que no apoyarían a Ahmadinejad. Como alguien que ha apoyado a Ahmadinejad a lo largo de su carrera, Khamenei consideró esa decisión como un rechazo a sus propias ambiciones políticas.

Una victoria de los reformistas, en cooperación con el clero y Rafsanjani, habría creado un poderoso frente contra Khamenei. En lugar de ser leales soldados como Ahmadinejad, ellos habrían desafiado sus puntos de vista en áreas importantes, tales como el trato con Estados Unidos. Con Khamenei que todavía considera las aperturas positivas de Obama como una amenaza, cualquier disenso interno habría estimulado la posición de Washington contra Irán en las negociaciones.

También está la cuestión de la sucesión de Khamenei. En Irán, la elección de presidente no es la decisión política más importante; sí lo es la elección del próximo Líder Supremo. Esta es una decisión que, de acuerdo a la constitución del país, debe ser tomada por la Asamblea de Expertos, un cuerpo de 86 miembros compuesto por clérigos cuyo grado religioso debe ser, por lo menos, el de HojatoeIslam, si no Ayatollah. En realidad, sin embargo, la elección de Líder Supremo es una en que la Asamblea de Expertos estampa un sello. Esto es lo que ocurrió cuando el propio Khamenei fue elegido para el cargo; la decisión le perteneció a su predecesor, el Ayatollah Khomeini. A Khamenei también le gustaría ejercer esta opción. De otro modo, Rafsanjani, el actual presidente de la Asamblea de Expertos, podría tomar esta decisión. Dado que los dos han sido rivales por muchos años, Khamenei tendría razón en estar preocupado.

Una coalición de reformistas y el clero, con el apoyo de Rafsanjani, podría desafiar la elección del próximo Líder Supremo. Esto preocupa a Khamenei, no simplemente como una amenaza a su prestigio, sino también al bienestar de su familia y a sus ambiciones políticas. Algunos analistas creen que Khamenei quiere asegurar el bienestar de su familia designando a su hijo Mojtaba para reemplazarlo como Líder Supremo. Khamenei ha sido descripto como el "Ali de nuestros tiempos", cada vez más, en los medios de comunicación iraníes. Ésta es una referencia al Imán Ali, el primer Imán shiita que transfirió el poder de igual modo.

Aún si Mojtaba, que es considerado un astuto operador político detrás de la escena, no fuera designado, Khamenei seguirá queriendo a alguien que proteja los intereses políticos y de negocios familiares. De otro modo, podrían terminar aislados tanto como los de la familia de Khomeini.

Asegurar que Ahmadinejad continúe como presidente y que una coalición de figuras poderosas y reformistas no gane poder es una abrumadora preocupación para el Líder Supremo, lo que podría explicar sus acciones alrededor de las más controvertidas elecciones en Irán hasta la fecha.

 

*Meir Javedanfar, analista de Medio Oriente irano-israelí y coautor de "La Esfinge nuclear de Teherán: Mahmoud Ahmadinejad y el Estado de Irán".

http://middleeastprogress.org/2009/06/iranian-elections-reflect-ambitions-of-the-supreme-leader/

Traducción para porisrael.org . José Blumenfeld

Reenvia: www.porisrael.org

 
 
 
 

 
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